El fuego me consume
la lluvia no cesa
soy jinete sin alforjas
sin rocín ni abolengo
Solo me anima
la falsa esperanza
de llegar a tu castillo
y no morir en el intento
Mi cuerpo está molido
me pesan las armas
las llagas no dejan
de brotar en mi corazón
Pero todo caballero
se bate aletargado
en medio del sueño
vibrante de tu voz
Miles de espejos
me retan a luchar
ya no hay dragones
ya no hay amor
miles de lanzas
ferozmente enfiladas
se disponen a
hacer trizas mi corazón
Pero despierto del sueño
aún sigo aquí
no estás a mi lado
para espantar las pesadillas
que asolan mi razón
Y si en el sueño
yo hubiese combatido
tal vez me habrían
derrotado
tal vez habría sido
festín traicionado
pero jamás mi espíritu
habría sido quebrado
pues se mantiene vivo
en el recuerdo de tu voz
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