Las tonadas tristes
llenan los vacíos
que abren
las palabras hermosas
cada vez que recuerdo
tus falsas promesas
mi chimenea la enciende
el fuego de la soledad
Fuego frío internante
en los pensamientos mal habidos
creadores del mortero infame
de mis castillos de papel
La dicha de la zozobra recurrente
invade los rincones del alma
negligente se comporta mi cerebro
que aliviana mi desazón
Mis sentidos ya no logran percibir
las bellas perlas de la compañía
insensato me comporté
con el ángel a mi lado
que las alas le he cortado
para su aventura del volar
Escuchar tu voz
es un mal infalible
para hallar la cura
de mi locura
que cada día se hace
más oscura
en busca de la luz
que me quite tus besos
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